Serie / por Netflix
Buena
Un mafioso de poco vuelo aparece asesinado en un embarcadero. A un hombre de negocios le sucede lo mismo en el living de su casa. El modus operandi del criminal está claro: las víctimas padecen una lluvia de cuchilladas y la quirúrgica extirpación de los globos oculares. Hay un serial killer suelto y el desafío está planteado para la policía islandesa. Son “Los asesinatos del Valhala”.
¿Todo policial nórdico de paisajes nevados es garantía de excelencia? Está claro que no. Hubo un boom, que tuvo sobre todo el sabor del descubrimiento, para a esta altura la producción del nordic noir ya está bastante estandarizada. En este caso se trata de la primera coproducción de Netflix con la TV islandesa y sin dudas se motorizó a partir del éxito de “Trapped” (dos temporadas, disponibles en la plataforma), aunque no alcanza la profundidad ni la tensión de su predecesora.
Será porque falta una figura dominante, como lo fue en “Trapped” el policía interpretado por Olafur Darri Olafsson. A cargo del caso quedan aquí Kata (Nína Dögg Filippusdóttir, a quien justamente vimos como esposa del protagonista en “Trapped”) y Arnar (Björn Thors). Es la típica pareja de detectives que se complementa a partir de las diferencias. Por supuesto, ninguno escapa a los dramas de su presente y de su pasado. Además, Kata está enojada por partida doble: le negaron un ascenso e hicieron viajar a Arnar desde Oslo para sumarlo al caso.
La serie se enciende a partir del segundo capítulo. Al primero le falta hierro y asoma la tentación de ponerle stop. Paciencia. Una vieja foto será clave, porque permite establecer una conexión entre las víctimas. Las respuestas están muchos años atrás, en un hogar para adolescentes enclavado en el medio del campo. Hacia allá van Kata y Arnar, decididos a desenredar la madeja.
A “Los asesinatos del Valhala” le sobran los clichés del género y sufre el mal de los tiempos del streaming: habría quedado mejor con menos capítulos. Pero la cuestión es estirar. De todos modos funciona: es buena la historia y hay química en la dupla de investigadores. Hasta es posible una segunda temporada.